Apicultores desde 1960
Nuestra miel es el resultado del trabajo que realizamos en nuestra explotación apícola familiar. Una explotación que inicio mi abuelo Ángel allá por los años 50 del siglo pasado, que después pasó a manos de mi padre Ángel y que ahora, desde el año 2020 regento yo.
Mi abuelo comenzó trabajando con 30 colmenas, que pasaron a ser 70 cuando las recibió mi padre y que ahora se han convertido en 550.
No sin esfuerzo hemos cerrado el círculo de la producción y la comercialización dentro del ámbito familiar, requisito fundamental en nuestra opinión para que un negocio de este tipo prospere, pues requiere muchísimo trabajo y dedicación.
La producción nos viene dada por esas 550 colmenas distribuidas por la sierra de Gratal y sus alrededores, en pleno prepirineo oscense. Y aunque nuestro objetivo principal es la producción de miel, también obtenemos polen, cera y propóleo.
La comercialización corre a cargo de mi madre María Mar, que regenta nuestra pequeña tienda ubicada en la Calle Agustín Viñuales Pardo, Nº1 en Huesca. En la misma se encuentra también el centro de extracción y envasado de miel.
Los productos los presentamos en distintos formatos para poderlos ofrecer como regalo en determinados eventos, bautizos, comuniones, bodas, etc.
Nuestra pretensión es hacer llegar al consumidor directamente desde el productor, un producto natural, de aquí, sin manipulaciones, fuera de todo proceso industrial que merma considerablemente sus propiedades, sobre todo por la aplicación de calor, que mantienen las mieles constantemente líquidas.
- Somos la tercera generación de una familia de apicultores que nos ha ido trasmitiendo toda la experiencia y el conocimiento de un trabajo duro.
- Criamos y cuidamos a nuestras abejas porque ellas son lo más importante de nuestro trabajo, y quienes nos proporcionan el mejor néctar que podemos ofrecerte.
- Trabajamos de forma artesanal siguiendo métodos tradicionales que no alteran el producto.
- Respetamos el entorno y le escuchamos porque en él está el secreto de nuestros productos.
- No manipulamos nuestra miel para que posea todos los nutrientes y propiedades.
- Amamos nuestro trabajo, y nos sentimos privilegiados de tener un oficio tan antiguo que nos permite estar en contacto con la naturaleza, aprovechando sus recursos con uno de los productos más especiales que nos regala.